El balance de 2014 será el de un año difícil. La instalación del nuevo Gobierno y la extensa agenda de reformas que busca implementar se tradujeron en una fuente de incertidumbre y en una caída en las expectativas del sector privado. Este sentimiento se ha refrendado en la brusca caída de la inversión privada, en una actividad bursátil baja y la casi inexistencia de grandes proyectos. De hecho, la llegada de grandes conglomerados a la industria energética, de pensiones y farmacéutica fueron los únicos grandes negocios que se cerraron este año.

Para 2015 las opiniones están divididas. Mientras el Gobierno apuesta por el año de la recuperación o el "punto de inflexión", los privados siguen escépticos. La reforma laboral, derechos de agua, las modificaciones del sistema de salud y un eventual cambio de la Constitución inyectan nuevas cuotas de incertidumbre que será difícil de disipar.

PULSO, en su tercer aniversario, entrega un completo panorama respecto de lo que será el próximo año, tratando de dilucidar si en definitiva el 2015 será el año de la tan esperada reactivación o si seguiremos esperando.