Sub Prime, ¡Que Gran Crisis para Chile!

Eduardo Antunovic, Socio - CTPartners

En los dieciocho años que me he dedicado profesionalmente a la búsqueda e identificación de ejecutivos he vivido el impacto en esta industria de varias crisis económicas: los rezagos del Efecto Tequila del 94, la Crisis Asiática del 97 y la Rusa del 98, la de las Puntocom el 2000, por las Torres Gemelas el 2001 y sus réplicas siguientes por eventos como los de Enron.

Durante todas ellas se produjeron ajustes en nuestra economía (y hablo de la microeconomía, de las empresas). Comúnmente, se notó un aumento del desempleo a todo nivel pero en lo que a mi compete, muy claro en el mundo ejecutivo donde tradicionalmente fue un momento en el cual se eliminaron posiciones redundantes las que significaban posteriormente, al menos en teoría, una ganancia de eficiencia.

Me cuesta recordar que no fueran todas las crisis más o menos iguales en términos de como las empresas reaccionaron y la verdad, creo que si bien muchas eliminaron "grasa" y se volvieron mas ágiles (especialmente las medianas), no creo que los cambios hayan sido más profundos que un ajuste de costos y algunas mejorías de procesos.

Pero desde la Crisis Sub Prime y sus efectos muy fuertes en Chile durante el 2009 se ha notado algo diferente: en primer lugar el despido de Ejecutivos fue menos importante que en crisis anteriores; por supuesto hubo cautela y hay muchas personas que perdieron sus cargos en industrias que se vieron obligadas a un rápido ajuste, pero menos que en ocasiones anteriores.

También es cierto que luego del impacto inicial, Chile se ha visto favorecido de altos precios de nuestros productos de exportación y la solidez de nuestra economía (también lo era antes) y que la pérdida de credibilidad en muchos agentes del sector financiero (incluyendo el Sr. Madoff) ha desviado ahorro hacia sectores que en Chile tenían grandes oportunidades como el Inmobiliario, sin embargo creo que algunas cosas han cambiado:

1.Hoy arriesgamos más: Pienso que el efecto de algunas crisis ha durado más en Chile que en otros países, pues nos hemos demorado mucho en reaccionar y hemos sido muy adversos al riesgo, situación que está cambiando. La cautela tradicional de nuestros empresarios es tal vez hoy un poco menos conservadora, pareciera que ya no estamos dispuestos a esperar que las cosas se arreglen y salimos a pelear mas rápido.

2.Hay más planificación: Hay un recambio generacional en el mundo empresarial que a partir del comienzo de esta década se esta sintiendo fuerte; muchos de quienes han hecho empresas exitosas en Chile, se formaron como empresarios a comienzos de los 80 y están hoy en el proceso de transición del gobierno de sus empresas. Esos cambios, en muchos casos, están siendo apoyados por Universidades y Consultoras especializadas y la transición ha requerido no solo horas de Consultoría, sino revisar los planes estratégicos y definir mejores cursos de acción.

3. Somos más internacionales: Nuestros vecinos de Perú, Colombia y Brasil (lo siento Argentina) están creciendo y parece que afortunadamente aprendimos de todas las cosas mal hechas a comienzos de la década del 2000, cuando nuestras empresas vivieron múltiples fracasos en algunos de esos países. Hemos aprendido que para ser exitosos y grandes necesitamos expandir nuestra base de consumidores y que lo que funciona en Chile, no necesariamente funciona igual en otras partes.

4. Estamos aprendiendo a valorar el Talento: A mi juicio lo más importante, los empresarios internalizaron que el Talento no es sólo un costo y que es el recurso más escaso y necesario para el éxito. Las empresas están hoy invirtiendo en la diferenciación a través del Talento; un profesional no es sólo bueno por lo que estudió o donde lo hizo, lo es por su capacidad de usar el conocimiento, por su capacidad de liderar y hacer que las cosas pasen en los costos, calidad y plazos planificados. En estos últimos años y por primera vez, creo que de verdad las empresas en su conjunto aceptan que son exitosas por la gente que tienen y no por otros factores como tecnología o acceso al capital, los que en el tiempo se han comoditizado.

Hay mucha más gente estudiando que nunca en la historia de Chile; no necesitamos aquí hacer un juicio de valor de la calidad de esa educación (pero hay que darle atención a esto), pues todo suma al momento de tener mejor talento a todo nivel y esto nos ha llevado también a aumentar nuestra capacidad de Innovar.

En resumen, creo que ésta ha sido una Gran Crisis para Chile. Nos está permitiendo hacer un cambio ya no dentro de la curva, sino que nos estamos cambiando a una curva mejor. Pero cuidado, estamos aun moviéndonos y tenemos muchos desafíos para lograr mantenernos en ella: Educación de mejor calidad (inglés y matemáticas son un problema serio); Capacidad de Innovación; Ley de Quiebras (¿quien va a emprender si el fracaso es casi un delito?); Reglas de Gobierno Corporativo (y prácticas); Entorno Regulatorio estricto pero pro-crecimiento. Hay tareas pendientes aún, no nos podemos dormir.

Lecciones de una crisis

Por Alejandro Hirmas, presidente ejecutivo de GlobalFolio.

Cinco años después de comenzada una de las mas severas crisis financieras globales, siguen apareciendo escándalos de la banca: la adulteración de la LIBOR por parte de "los titanes del ring" financiero.

Qué se podía esperar si los trapecistas de este circo estaban sobre la cuerda floja sin una red de protección bajo ellos. Ante el menor temblor se agarraron de lo que pudieron, aunque no fueran las reglas del juego y el show se estropeara.

De esta crisis, que comenzó con los créditos hipotecarios "sub prime", sacaremos grandes lecciones, espero, para cuando se acabe. Sin embargo, el fiasco de Barclays con la LIBOR y las pérdidas en derivados de JP Morgan parecen indicar que todavía nos faltan esqueletos que sacar del closet y lecciones que aprender.

Veamos qué podemos rescatar, por ahora.

Lo primero es no comprar créditos que estén muy lejos de quien los generó. En aquellos años se generaban grandes cantidades de créditos hipotecarios para financiar propiedades a precios ridículos, suponiendo que estos no caerían nunca. Se vendían a quienes lo empaquetaban en sofisticados productos securitizados o en derivados de crédito. Se vendían varias veces el monto real de los créditos casi como una oda al leverage.

El negocio llegó a ser tan lucrativo y generó tantos bonos a los ejecutivos de estos bancos, que hubo que ponerle acelerador. Préstamos que ahora financiaban 100% de propiedades caras, a gente que se endeudaba más allá de sus posibilidades. El libro de estándares de crédito tradicionales se botó a la basura, porque si no, la velocidad de generación deseada no se podía alcanzar. A producir rápido y a sacarlos igual de rápido de los libros, sin responsabilidad posterior y a cobrar los bonos.

Con estos incentivos y falta de control y, con el poco entendimiento de los riesgos involucrados por parte de los directivos de estos bancos, auditores y clasificadores de riesgo, el cáncer subprime creció y se expandió más allá de las fronteras de donde había nacido. Para cuando el crédito estalló, estaba tan lejos del originador que nadie se sentía responsable.

El sistema financiero del mundo y sus supervisores quedaron en evidencia. No quedó más que rescatar a los bancos que si caían, amenazaban con botar al sistema completo.

Demasiado grandes para fallar. Segunda gran lección. No puede ser que los bancos no tenían límites para llenarse los bolsillos pero sí lo tenían para perder. Si es así, entonces que se detenga el leverage y el crecimiento sub capitalizado antes de que alcance este tamaño.

Producto de lo anterior, las finanzas públicas y el endeudamiento de los gobiernos rescatistas se debilitó de sobremanera. El problema fue que una vez hecho, el mercado y sus socios no estuvieron dispuestos a seguir financiándolos en las mismas condiciones. Nuevos ajustes, nuevos gobiernos y una tremenda duda de dónde va a parar la pérdida. Está claro que los bancos debían mucho. Les pasaron la deuda a sus gobiernos y ahora ellos están en dificultades. Todavía se está postergando el castigo de estos préstamos porque nadie quiere hacer la pérdida y pagar la cuenta. Mientras más se posterga, más se debilita la economía y más impagables se hacen las deudas.

Ante esta actitud, es bueno recordar el mal ejemplo de Japón. Postergó tanto el ajuste que el país se olvidó cómo crecer. Mientras que en el otro extremo está Chile el año 1983. Una dolorosa y rápida pérdida para los accionistas de los bancos, y reformas al sistema de supervisión y a la normativa bancaria que permitió nuestros abusos. Gracias a los ajustes es que hoy tenemos uno de los más sólidos sistemas bancarios del mundo. Conseguir el avance en bancarización de Chile de las últimas décadas ha sido posible por lo mismo y, a quien le caben dudas de la gran contribución al crecimiento que esto ha significado.

¿Quién le pone el cascabel a la crisis?

Por José Manuel Silva, Director de inversiones de LarraínVial Administradora General de Fondos

Durante este mes se cumplieron 5 años desde el inicio de la llamada crisis subprime. Entonces quebraron 2 fondos del difunto banco de inversión norteamericano Bear Stearns que se especializaban en carteras de hipotecas "subprime". Entran entonces al léxico común una arcana terminología: "CDO"; "Credit default Swap"; "Subprime". Una batería de instrumentos financieros que servían para vender a muchos incautos paquetes apalancados de riesgos financieros elevados a precio de riesgos bajos, con la complicidad de clasificadores de riesgo, auditores y reguladores desplicentes.

Se inicia también la mayor crisis financiera global en 70 años fruto del sobreendeudamiento. A contar de mediados del 2007, comienzan a caer uno tras otro fondos, bancos, empresas y luego países que habían abusado del endeudamiento como herramienta para generar más rentabilidad o crecimiento. La lista es larga: Bear Stearns, Fannie Mae, Landesbank alemanes, Lehman Brothers, AIG, Merrill Lynch, General Motors, Wachovia , ING, Dexia, UBS la gran mayoría de las cajas españolas , Irlanda, Grecia, Portugal, España….

Para muchos éste no es más que el evidente fracaso de la globalización y de un cierto capitalismo basado en las "hiperfinanzas". Surgen voces que exigen que los estados vuelvan a regular los flujos financieros globales y le pongan límites a la globalización de los mercados. Estas mismas voces argumentan que los estados deben volver a tener una "política industrial" y luchar contra la "especulación". Sin embargo, cabe preguntarse cuál fue el rol que han jugado los distintos estados en el origen de esta crisis y si realmente la solución de ella pasa por un rol más activo de éstos.

Primero debe reconocerse que entre las instituciones financieras en problemas hay muchas que son estatales o para-estatales. El caso más emblemático corresponde a los entes norteamericanos que financiaban hipotecas, Freddie Mac y Fannie Mae, que a pesar de transarse en bolsa y de tener gran parte de su capital en manos privadas, eran consideradas como entes para-estatales con una garantía implícita del estado norteamericano. Ello probablemente distorsionó su capacidad de tomar riesgos al transarse sus bonos como si fuesen de gobierno. Al final, el estado norteamericano tuvo que nacionalizarlas. Otros entes similares fueron los Landesbank alemanes y las cajas españolas, todas entidades gobernadas por políticos locales y con asignaciones de créditos dictadas más bien por la política que por las finanzas. Lo segundo, es que tras las burbujas financieras que explotaron, muchas veces se encuentra la fijación por parte del estado de un precio clave de la economía que indujo al sector privado a una mala asignación de recursos. Así, por ejemplo, la burbuja inmobiliaria norteamericana se origina en dos precios mal fijados por el estado: el primero fue la mantención de una tasa de interés excesivamente baja a comienzos de siglo por parte del banco central norteamericano; el segundo, fue el fijar el precio del riesgo hipotecario "subprime" a un nivel muy bajo a través de la intervención en el mercado por parte de Fannie Mae. Ciertamente, el sector privado se lanzó ciegamente a la caza de estas zanahorias. Otros dos precios que han producido grandes distorsiones son el euro y la paridad Yuan/dólar. Ambas fijaciones están en el origen de las burbujas española y griega y del boom de sobreinversión chino.

Finalmente, la crisis ha desnudado el excesivo endeudamiento fiscal que ha permitido a muchas sociedades vivir más allá de sus reales capacidades. En efecto, lo que partió como una crisis financiera, está terminando como una gran crisis fiscal. La solución no pasa por un mayor rol del estado, difícilmente lo podrán hacer estados casi en bancarrota. Sí cabe preguntarse sobre el tipo de regulación del estado a la empresa privada y cómo muchas veces esta regulación origina un comportamiento de excesivo riesgo por parte de agentes privados. Asimismo, cabe investigar sobre el gran problema de agencia que se origina en empresas teóricamente privadas pero que en la práctica han sido secuestradas por ejecutivos que no maximizan la riqueza del accionista, en última instancia muchos de los bancos de Wall Street eran una cooperativa de ejecutivos bien pagados.

¿Es posible que ocurra una crisis subprime en Chile?

Luis Hernán Paúl Fresno, Asesor y Director de Empresas

A propósito de la inquietud que se ha planteado respecto de que en Chile se podría estar formando una burbuja inmobiliaria y considerando que el nivel de endeudamiento de las personas en los últimos años ha ido subiendo gradualmente, puede resultar valioso preguntarse si es factible que se genere en nuestro país una crisis de endeudamiento similar a la que experimentó Estados Unidos hace algunos años o la que están enfrentando algunos países europeos actualmente.

De acuerdo a la información que entrega el Banco Central la deuda media total de los hogares chilenos, la cual incluye los créditos hipotecarios, de consumo, tarjetas y líneas de crédito, llegó a una cifra cercana al 62% de su ingreso disponible bruto anual a fines del primer trimestre de este año versus 47% el año 2006. Pero estos niveles son de los mas bajos entre los países que forman parte de la OECD. Las cifras del 2010 y 2009, para las cuales hay información comparable, muestran que Dinamarca tiene un nivel de endeudamiento de los hogares superior al 300% de su ingreso imponible, Holanda un 262%, Irlanda un 221% y Noruega un 197%. Sólo Polonia y México tienen niveles de endeudamiento menores al de Chile.

Estos resultados no son tan sorprendentes, ya que la experiencia internacional muestra que en la medida que crece el nivel de desarrollo de los países también lo hace normalmente el nivel de endeudamiento de los hogares.

Hay otros indicadores además que hacen pensar que el nivel medio de endeudamiento en Chile no es elevado. Por ejemplo el precio de la vivienda sobre el ingreso disponible es cercano al 100%, mientras que este mismo indicador en Francia y en el Reino Unido es del orden del 170%. El volumen de los créditos hipotecarios sobre el PIB en Chile es levemente inferior al 20% versus un 40% en Francia, 60% en España y 62% en Estados Unidos, luego de haber alcanzado en este último país un 80% el 2008.

Luego pareciera razonable pensar que es poco probable que pueda darse una crisis de endeudamiento sistémica tal como la que han experimentado o están experimentando otros países según veíamos anteriormente.

No obstante lo anterior, no es descartable la posibilidad que hayan segmentos puntuales de la población en Chile que estén con niveles de endeudamiento relativamente altos, los cuales podrían verse algo resentidos de darse, producto de la desaceleración en la economía mundial, un menor crecimiento en los niveles de ingreso y/o un aumento en los niveles de desempleo.

Específicamente son preocupantes los niveles de crédito de consumo que tienen algunas personas de ingresos medios y medios- bajos. También es muy grave que no se disponga de la información sobre la deuda total que tiene cada persona, incluyendo tanto la deuda total con la banca, la cual si está disponible, como la deuda total con los retailers, la cual no está disponible.

Lecciones y Temas Pendientes

Arturo Cifuentes. Profesor, Escuela de Negocios Universidad Adolfo Ibañez

La crisis subprime fue un terremoto violento. En lo sustancial, echó por tierra muchos supuestos relativos al funcionamiento de los mercados: (1) demostró que estos son más proclives a la inestabilidad que lo que se creía (reivindicando las ideas de Minsky y Keynes); (2) dejo en claro que estos se comportan como un sistema complejo (con interacciones no lineales y loops de retroalimentación) y no como un sistema simple donde cada componente se puede mirar en forma aislada; y (3) evidencio la necesidad de monitorear no solo los precios de los bienes de consumo (inflación), sino también los de los activos financieros, y la expansión del crédito.

En términos más específicos, la crisis subprime debilito algunos fundamentos básicos de la economía y las finanzas. La lista es larga: mercados eficientes; agentes homogéneos y racionales; información simétrica; validez del CAPM; variables financieras que siguen un movimiento browniano o la distribución normal; etc. A esto habría que agregar la creencia de que todos los activos financieros siguen curvas de oferta y demanda similares a las del pan o la leche. O que los factores sicológicos son irrelevantes.

Esta crisis fue además implacable con los imprudentes: Lehman, Bear Stearns y Washington Mutual ya no existen. Las personas que por ignorancia o ambición, tomaron préstamos hipotecarios cuyos términos no entendieron, y no pudieron pagar, lo pagaron caro. Por último, Estados Unidos sufrió el vejamen de perder su calificación crediticia de AAA, en medio de un panorama de crecimiento anémico y desempleo alto.

En este contexto, es obvio que un marco regulatorio estructurado en función de silos administrativos es inadecuado. La necesidad de tener una visión de conjunto para velar por la estabilidad del sistema es vital. En Chile, la Comisión Desormeaux (de la cual forme parte) hizo varias recomendaciones al respecto. Algunas ya se implementaron, por ejemplo, la creación del Consejo de Estabilidad Financiera. Otras, están pendientes: reorganizar las Superintendencias en torno a una Comisión de Solvencia y una de Conducta de Mercado, lideradas ambas por cuerpos colegiados (y con nombramientos escalonados).

Finalmente, un sector donde la crisis subprime no ha sido totalmente digerida es el ambiente académico: varias universidades todavía enseñan finanzas o macro-economía como si nada hubiera pasado. Algo así como ofrecer cursos de física, basándose solo en Newton y olvidándose de Einstein o la física cuántica. El Journal of Economic Education dedico un número a este tema: que enseñar después de la crisis. Debería ser lectura obligada de todo profesor. En un extremo casi opuesto al mundo académico, esta un grupo ingenuo que ve la crisis subprime como análoga a la caída del muro de Berlín; y por lo tanto, marcaria el fin de los sistemas de libre mercado. La verdad es que la creatividad y flexibilidad de los mercados financieros ha demostrado ser muy superior a la de los sistemas de planificación centralizados. Vamos a ver grandes transformaciones, practicas y teóricas, en el mundo de las finanzas. Eso es saludable: se llama progreso. Es decir, hay finanzas –y crisis-- para rato.

Lo que aprendimos las empresas

Juan Benavides, Gerente General Corporativo de Falabella

La crisis Subprime dejó una serie de enseñanzas siendo la primera, el que no estamos ajenos a lo que sucede en los países desarrollados, ni tampoco a las volatilidades que presentan los mercados financieros internacionales. Hubo alertas tempranas que se pasaron por alto y el mercado no las consideró para prevenir efectos en la economía en general y sus consecuencias en las empresas. Es por ello que hoy una compañía debe estar en forma continua monitoreando los principales riesgos exógenos, e incorporarlos a sus variables de control, de forma tal que pueda distinguir eventuales amenazas u oportunidades que se puedan presentar, y así poder tomar las mejores decisiones antes los desafíos que se presenten.

Para lograr lo anterior, en la elaboración del mapa de riesgos internos de las empresas deben estar presentes los efectos externos y en qué forma estos afectan a la gestión de éstas. Entre ellos están los riesgos financieros, es decir, las políticas de financiamiento tales como plazos asociados a los activos, monedas y tasas. También están los riesgos derivados del negocio y en el caso de los retailers, los que vienen de sus principales activos generadores como son los inventarios y las carteras de crédito. En ambos casos realizar los castigos a su debido tiempo, y contar con políticas y normas claras de los límites que se está dispuesto a tomar, son altamente recomendables de forma de mantener estados financieros sanos.

Sin embargo las crisis pasan y no debe perderse la mirada de largo plazo. En esa línea para un retailer sus principales focos son aumentar la base de clientes y el valor de las marcas. Esto toma mayor relevancia en los últimos años cuando vemos un cliente más informado y exigente, lo que hace que satisfacer sus necesidades sea un desafío cada vez mayor y continuo. Es por lo anterior que la flexibilidad en la adecuación de políticas comerciales como son las de mix de marcas y productos, marketing, y nivel de servicio, son muy necesarias en un periodo de crisis pero no deben perder de vista que los clientes y las marcas pueden dañarse seriamente si es que se pierde la innovación, calidad, conveniencia, servicio o una publicidad que no aporta algo nuevo o creativo. Un buen ejemplo es lo que ocurrió hace unos pocos días en España en donde una conocida marca de retail anunció que no subiría los precios dada el alza del IVA o bien que durante el periodo del 2008-09 varias empresas mantuvieron sus precios en productos básicos a pesar del mayor costo derivado de la depreciación de la moneda .

Como conclusión mantener la mirada en el largo plazo que permita a la empresa aumentar su base de clientes y valor de la marca, junto con un mapa de riesgos que identifique los riesgos principales del negocio para un correcto monitoreo son una combinación óptima en períodos de crisis.

La crisis y la ciencia económica

Aldo Lema. Economista

Desde mediados de 2007, la crisis financiera iniciada en EE.UU creó la expectativa mundial de entrar en una segunda Gran Depresión y cuestionó la capacidad de autoridades y economistas para anticiparla y resolverla. Sin embargo, fueron justamente las lecciones aprendidas en la crisis del '29 y los posteriores avances de la ciencia económica, las que -aplicadas por Ben Bernanke y otras autoridades económicas- evitaron un déjà vu, pese a la preexistencia de varias condiciones similares.

Hubo tres políticas que marcaron un nítido contraste respecto a la Gran Depresión:

1. La agresiva política monetaria. Mientras que en EE.UU el dinero se contrajo 50% entre 1929 y 1932, durante la última crisis la FED llevó rápidamente la tasa de interés a cero y duplicó la base monetaria en pocos meses. Éste era justamente el manejo que habría evitado la Gran Depresión, según Milton Friedman y Anna Schwartz en su libro La Historia Monetaria de EE.UU.

2. La política de estabilización financiera. Mientras que en los '30s quebraron más de 10 mil bancos en EEUU, con grandes pérdidas para los depositantes, en esta crisis se usaron distintos mecanismos para "asegurar" los depósitos y estabilizar el sistema bancario. Esta lección había quedado plasmada en varios artículos, destacando justamente uno de Bernanke: Efectos no monetarios…en la Gran Depresión.

3. Los tipos de cambio flexibles. Mientras en la Gran Depresión imperaba en el mundo el sistema de patrón oro, del que EEUU tardó mucho en apartarse, en la crisis actual, el sistema de flotación cambiaria ayudó a amortiguar los ajustes, con la gran depreciación del dólar. La ciencia económica también había recogido este punto, incluidos obviamente los autores mencionados.

Por lo tanto, en contraste con la visión dominante, la gran diferencia respecto a la crisis del '29 no estuvo en el manejo fiscal. En ambas crisis, Estados Unidos propició una gran expansión del gasto gubernamental, quizás incluso mayor durante los '30-40, y sin embargo, la recesión fue ahora comparativamente menos aguda. El gran revival no es de Keynes y de su enfoque fiscal, sino de la visión monetaria de Friedman, de la perspectiva financiera de Bernanke y de la necesidad de flexibilidad cambiaria.

Pero, además de los avances en el manejo propiamente tal de la crisis, la ciencia económica también avanzó para, una vez estabilizadas las economías, aplicar políticas de largo plazo mejores a las emergidas tras la Gran Depresión.

1. La consolidación del capitalismo y del mercado como principal asignador de los recursos, en contraste con lo ocurrido en los '30s con el fortalecimiento de las economías planificadas.

2. La mayor conciencia sobre los verdaderos determinantes del crecimiento económico, con el mayor énfasis actual en políticas de oferta (más que las demanda de estilo keynesiano), en especial la apertura económica (en vez del proteccionismo desatado tras la crisis del '29) y el foco en el capital humano y la educación.

3. Los avances en las verdaderas causas de la inflación. Ha quedado claro que, a largo plazo, no puede obtenerse un poco menos de desempleo a cambio de más inflación, o sea, no se cumple la Curva de Phillips. Esa disyuntiva sólo puede darse en el corto plazo. A la larga, la inflación es esencialmente un fenómeno monetario.

Si bien esta crisis demostró que la ciencia económica todavía tiene mucho para avanzar, sobre todo en prevenirlas y anticiparlas, es indudable que sus progresos del último medio siglo permitieron atenuar sus costos y facilitar la salida. Al menos así ocurrió en EE.UU, quizás por mayor convicción de la sociedad y sus líderes con esas ideas.

La crisis y los chilenos

Juan Antonio Guzmán, Director de empresas

La actual crisis económica que ya persiste por casi 5 años y que ha afectado principalmente al mundo desarrollado, en especial a Europa, ha tenido consecuencias en todo el mundo no solo de tipo económico sino también de un malestar social del cual nuestro país no ha estado ajeno. Las causas de las dificultades comenzaron con la llamada crisis subprime originada por malos manejos financieros en los cuales se dio una mezcla de fraude con irresponsabilidad de ejecutivos movidos por la búsqueda de ganancias ilegitimas. A lo anterior se sumó un desmedido gasto fiscal promovido por gobiernos irresponsables, y populistas, con el propósito de incrementar los beneficios sociales mas allá de las reales posibilidades de los países, con el objetivo de ganar el favor de los electores beneficiados con esta "protección social" mas allá de las reales posibilidades de la economía. Un claro ejemplo de lo anterior es el caso de Grecia y Portugal, a los que se sumaron otros países de un mayor nivel de desarrollo como España, Italia y otros. Esta crítica situación dio origen a un malestar de una parte de la ciudadanía que salió a las calles a protestar culpando al sistema capitalista en lugar de buscar las verdaderas causas y los reales culpables. Estas protestas fueron atizadas, y algunos casos promovidas, por grupos antisistema y anarquistas que se aprovecharon de la precaria situación para reivindicar su discurso rupturista de siempre con muchas críticas acidas, pero sin ofrecer ninguna alternativa real más que el sempiterno discurso de cambiar el sistema por algo que no solo no es claro, sino que los intentos totalitarios de implantar sistemas centralmente planificados ya demostraron su inoperancia y fracaso en el siglo pasado.

En el caso de Chile este malestar se contagió principalmente al movimiento estudiantil el año 2011 donde se mezclaron problemas reales de dificultades de pago de la clase media, con la exacerbación de los mismos grupos anarquistas, antisistema y de extrema izquierda quienes promovieron e instigaron las marchas que inexorablemente siempre terminaron en desordenes y desmanes de grupos violentistas. A lo anterior se sumaron fraudes como los de la Polar con la actuación poco responsable y falta de cuidado de algunos reguladores con fines populistas y porque no decirlo con evidentes propósitos electorales. Se ha dicho que el movimiento estudiantil, cuyo objetivo es la búsqueda de una enseñanza superior gratuita para ellos mismos, tuvo un importante respaldo ciudadano, y como no, si de obtener beneficios para sí mismo con recursos de otros se trata, lo más probable es concitar un importante apoyo. Por último, también cabe consignar el apoyo de algunos grupos políticos que se sumaron al movimiento de protesta con fines claramente electorales, que sin embargo no fueron bien recibidos por los iniciadores de las protestas, quienes se mostraron contrariados por la falta de coherencia entre su actual posición con las actuaciones del pasado.

Cabe señalar que el malestar de este grupo de ciudadanos no tiene correlación ni coherencia con la situación económica del país, la cual es probablemente la mejor y más promisoria de las últimas décadas. A ello se suma una serie de medidas de importantes beneficios sociales y reformas que nos han acercado en forma significativa a la situación de los países desarrollados. Lo anterior contrasta con las difíciles condiciones económicas de los ciudadanos de los países de Europa que han afrontado altos niveles de cesantía y la pérdida de importantes beneficios sociales producto de medidas de austeridad necesarias para el saneamiento de las economías deterioradas por la crisis. Asimismo, conviene señalar que a lo anterior se suman importantes medidas de transparencia promovidas por el actual gobierno tendiente a mejorar de manera significativa el control de las actividades económicas.

Todo lo dicho nos lleva a reflexionar sobre el futuro de la sociedad chilena en relación al camino que deberá seguir en los próximos años con el propósito de mantener el desarrollo económico de las últimas décadas, que ha permitido muy importantes avances en la búsqueda del nivel económico de país desarrollado. Lo anterior con el objetivo de contar con los recursos necesarios para derrotar la pobreza, dar las oportunidades a los jóvenes para tener un mejor futuro y mantener las políticas sociales con el necesario respaldo que permita su continuidad y no tener que sufrir los retrocesos que hoy día ocurren en los ya mencionados países europeos. No tenemos duda alguna, que independiente de los perfeccionamientos siempre posibles, el camino de crecimiento y desarrollo con libertad económica y democracia política de los últimos 30 años, es la senda en la cual el país debe perseverar y evitar caer en populismos o utopías románticas que han demostrado reiteradamente su inoperancia conducente al empobrecimiento y deterior de la calidad de vida de las personas.

A cinco años de la crisis subprime: ¿Hemos aprendido algo?

Alejandro Fernández Beroš. Gerente de Estudios de GEMINES S.A.

Como en el caso de la burbuja de las acciones tecnológicas (¿recuerdan la "exuberancia irracional" de Greenspan?), el reventón de la burbuja inmobiliaria no fue del todo inesperado, pero sus secuelas, que persisten hasta el día de hoy, han sobrepasado las expectativas más pesimistas de la época. Si bien de a poco se fue sabiendo que parte del proceso alcista de precios de las viviendas en Estados Unidos se impulsó a través de prácticas cuestionables, con productos financieros complejos que pocos entendían, incluyendo a sus compradores, y financiamiento a personas de escasa solvencia, que reveló lo inadecuado de ciertas políticas y el mal funcionamiento de empresas privadas medio públicas (Fannie Mae y Freddie Mac), la realidad es que la burbuja se habría inflado igual como, de hecho, ocurrió en España, Irlanda y algunos otros países. La fragilidad del sistema financiero, que se disolvió de manera casi absoluta en Europa y Estados Unidos luego de la quiebra de Lehman Brothers, estuvo a punto de llevar al mundo a una nueva Gran Depresión, pero que se quedó en Gran Recesión gracias a la reacción, en general bastante ágil de los bancos centrales y nos ha dejado, como gran lastre, la muy criticada regulación Dodd – Franks e incrementos generalizados en las regulaciones y exigencias a los sistemas financieros de todas partes que poco harán para evitar la próxima crisis.

La ingenua pretensión del "nunca más" sigue chocando contra la porfiada realidad histórica que nos muestra que las crisis financieras son un fenómeno recurrente que, evidentemente, hay que tratar de minimizar, pero que seguirán ocurriendo y el "too big to fail" continuará amenazando el sueño de los reguladores del presente y del futuro, tal como las lecciones de la Gran Depresión seguirán olvidadas o, más bien, nunca aprendidas. El manejo inicial de la crisis, casi óptimo, ha pasado a menos que mediocre en la medida que más problemas se han agregado a los iniciales y hoy el mundo desarrollado ("los ricos también lloran") se enfrenta a una década perdida y a la repetición del estancamiento ya secular de Japón originado, también, en el reventón de una burbuja mal resuelto a comienzos de los años noventa. La crisis subprime – financiera fue, simplemente, el detonador de una situación mucho más compleja de acumulación de deuda por muchos años, pública y privada, a niveles insostenibles; un diseño defectuoso de la eurozona; respuestas insuficientes y tardías y un problema demográfico que ha traído al presente los excesos de un sistema de bienestar financieramente insostenible y moralmente corrupto, que tenía que surgir más temprano que tarde. Donde la fatiga de austeridad hace imposible exigir más de los ciudadanos, sólo cabe seguir las lecciones de la historia: licuación de deuda vía inflación, destrucción de deuda vía reestructuración y transformación de deuda en activos de los que el Estado puede (o debe) prescindir. Paradójicamente, como nos enseña la historia, hemos aprendido poco de ella.

Crisis Subprime: 5 Años Después

Axel Christensen, Director Ejecutivo de BlackRock para Sudamérica ex Brasil

No es fácil precisar el momento en que comenzó la llamada "Crisis Subprime", en referencia al episodio que encadenó la ruptura de una gran burbuja inmobiliaria en Estados Unidos con el derrumbe del mercado de instrumentos financieros respaldados por activos financieros, especialmente los de mayor riesgo.

Para algunos la crisis comienza ya a mediados del 2006, cuando el valor de las propiedades en EE.UU. llegó a su máximo y comenzó a caer de manera estrepitosa. Algunos recuerdan a un entonces desconocido economista, Nouriel Roubini, presentando ante el FMI en septiembre de ese año, anunciando a quien quisiera escucharlo que "el fin ya estaba aquí" y que la caída sería brutal. Pero para una mayoría la crisis subprime comienza en agosto del 2008, con un verdadero dominó de quiebras de las financieras hipotecarias obligando al primero de muchos rescates que tendría que hacer el gobierno norteamericano y cuyas consecuencias el mundo aún está sufriendo.

Los efectos aún están presentes porque las autoridades económicas –tanto bancos centrales como gobiernos– actuaron para aminorar los efectos del contagio de la crisis hipotecaria hacia el sistema financiero en su totalidad y evitar un colapso sistémico. Para ello redujeron las tasas a prácticamente cero y endeudaron al fisco para estimular a economías y así evitar una depresión como vista en los 1930s. Con la perspectiva de algunos años, se puede concluir que lejos de solucionar el problema, sólo se postergó y el proceso de desapalancamiento global ha seguido su dolorosa trayectoria.

La distancia del tiempo también permite sacar algunas lecciones de la crisis. Desde mi experiencia personal, enumero algunas. Primero, reconocer que no existen crisis "contenidas". En un comienzo del derrumbe subprime muchos insistían que éste era un segmento aislado del mercado—y este columnista así lo creyó. Pero al poco tiempo se "descubrió" que instrumentos que tenían como colateral créditos hipotecarios –los ahora famosos CDOs– estaban esparcidos por todo el mundo, y con ello contagiando al sistema bancario completo. Apareció en el vocabulario financiero el término "riesgo sistémico".

Segunda lección. Si algo parece demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo es (no es bueno o no es cierto). Muchos inversionistas se llenaron de CDOs equivocadamente atraídos por estos instrumentos clasificados como AAA –el mejor nivel crediticio– que ofrecían mejores retornos. Sólo algunos pocos que se preocuparon de lo que había dentro de estos instrumentos, y que cuestionaban la independencia de clasificadores pagados por emisores y no inversionistas. Después aprenderíamos de las mismas agencias que las clasificaciones no son más que opiniones y no verdades absolutas.

Tercero, hay que poner atención en lo que hacen, no en lo que dicen. Al mismo tiempo que varios bancos de inversión estaban recomendando a sus clientes invertir en CDOs y otros instrumentos estructurados similares, las mesas que manejaban el capital propio estaban tomando posiciones en el sentido contrario. Desde entonces, la industria bancaria ha visto su imagen derrumbada, escándalo tras escándalo –la última en relación a la Libor, quizás la tasa de interés mayor relevancia comercial en el mundo.

A pesar de las lecciones que se pudieron sacar de la crisis que comenzó hacia un lustro, parecen que algunos nunca terminan de aprender.


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"No es razonable esperar que el sistema financiero o sus reguladores sean capaces de anticipar la próxima crisis"

Entrevista con Jorge Desormeaux Matthei, economista de la Universidad Católica.


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COLUMNISTAS






  • 9 de agosto 2007

    Surgen los primeros signos de problemas en el mercado financiero cuando la empresa BNP Paribas congeló activos por US$2.200 millones expuestos a inversiones subprime.

  • 12 de diciembre de 2007

    En una acción conjunta, los mayores bancos centrales del mundo lanzan planes para hacer frente a las demandas de capital de corto plazo.

  • 30 de enero de 2008

    La Reserva Federal de Estados Unidos anuncia un recorte de su tasa de interés desde 3,5% a 3,0%. Se trata de la segunda baja en dos días. El crecimiento económico se desacelera.

  • 17 de febrero de 2008

    El Reino Unido decide nacionalizar Northern Rock, uno de los prestamistas hipotecarios más grandes del país, tras seis meses de crisis.

  • 16 de marzo de 2008

    JP Morgan adquiere Bear Stearns en Estados Unidos y por primera vez se involucran autoridades políticas y financieras en una firma privada, tras la asistencia de la Reserva Federal.

  • 7 de septiembre de 2008

    El gobierno de Estados Unidos nacionaliza Fannie Mae y Freddie Mac, las mayores hipotecarias del país. El monto del rescate ascendió a US$200.000 millones

  • 15 de septiembre de 2008

    El banco de inversiones Lehman Brothers se acoge a bancarrota (la mayor en la historia de EEUU) y Bank of America concreta la compra de Merrill Lynch que había anunciado algunos días antes, por US$44.000 millones.

  • 16 de septiembre de 2008

    La Fed anuncia un plan de rescate por US$85.000 millones a la mayor aseguradora del país, AIG.

  • 1 de octubre de 2008

    El Congreso estadounidense aprueba un gigantesco plan de rescate financiero por US$700.000 millones.

  • 13 de octubre de 2008

    Los gobiernos europeos anuncian un salvataje por US$2,2 billones.

  • 14 de octubre de 2008

    En el marco del rescate financiero, el gobierno de Estados Unidos anuncia la nacionalización parcial de los nueve mayores bancos del país.

  • 9 de noviembre de 2008

    China anuncia un plan de estímulo financiero por US$586.000 millones para alentar la demanda interna.

  • 27 de noviembre de 2008

    La Unión Europea acuerda un plan de estímulo por US$260.000 millones, equivalentes al 1,5% del PIB del bloque.

  • Noviembre de 2008

    La Reserva Federal (Fed) destinó US$600.000 millones para la compra de títulos respaldados por hipotecas (mortgage backed securities). Medida que sumada a la compra de deuda bancario por casi US$2 billones en marzo de 2009 y otra similar en junio de 2010 es conocido como el Quantitive Easing 1 (QE1).

  • 11 de diciembre de 2008

    El FBI arresta a Bernard Madoff, ex presidente de la bolsa de valores electrónica Nasdaq, por un fraude que podría ascender a US$50.000 millones con el esquema "ponzi".

  • Diciembre 2009

    Grecia admite que su deuda llegó a 300.000 millones de euros, la mayor en la historia moderna. Con esto, la deuda del país alcanza el 113% del PIB –casi el doble del límite de 60% de la eurozona. Las agencias de calificación comienzan a recortarle la nota a sus bancos y al gobierno.

  • Enero 2010

    UE informa de "severas irregularidades" en los procedimientos de las cuentas de Grecia. El déficit en 2009 es revisado al alza a 12,7%, más de cuatro veces el máximo permitido por los estándares de la UE. Crecen las preocupaciones sobre los países altamente endeudados: Portugal, Irlanda, Grecia y España.

  • 16 de abril de 2010

    Securities Exchange Comission (SEC) demandó a Goldman Sachs por fraude por no haber cumplido con revelar información vital a inversionistas.

  • 2 de mayo de 2010:

    Grecia se convierte en el primer país de la eurozona en recibir un rescate, luego que la UE y el FMI anunciaran un rescate por 100.000 millones de euros a cambio de duras medidas de austeridad.

  • Octubre de 2010

    Se desata la crisis de la ejecución de hipotecas en EEUU, producto del alto nivel de "foreclosures" que se produjeron

  • Noviembre de 2010

    Tras el llamado QE1, la Fed realiza lo que se denomina el Quantitative Easing 2 (QE2), el cual consistió en la compra de US$600.000 millones de Bonos del Tesoro a un año.

  • Noviembre de 2010

    La Unión Europea y el FMI acuerdan un paquete de rescate para Irlanda por un total de 85.000 millones de euros. Irlanda pronto aprobó el presupuesto más duro en la historia de ese país.

  • Febrero 2011

    Los ministros de finanzas de la eurozona establecen un fondo de rescate permanente llamado Mecanismo para la Estabilidad Europea, con un total de 500.000 millones de euros.

  • 6 de abril de 2011

    Tras resistir las presiones de buscar un rescate, el saliente primer ministro portugués, José Sócrates, finalmente pide ayuda extranjera.

  • 5 de agosto de 2011

    La agencia de calificación Standard & Poor's recortó la nota de la deuda de Estados Unidos desde AAA hasta AA+, citando las preocupaciones por el creciente déficit presupuestario de ese país.

  • 17 de septiembre de 2011

    Comienzan las protestas de Occupy Wall Street, con una huelga que reunió a mil personas en Manhattan, después se instalaron en Zuccotti Park, dos cuadras al norte del centro financiero. El movimiento se dirige contra el poder de las empresas y las evasiones fiscales del 1% más rico.

  • 13 de noviembre de 2011

    Renuncia Silvio Berlusconi luego de aprobarse en el Parlamento el presupuesto para 2012, donde se incluían las medidas de ajuste más urgentes exigidas al país por la Unión Europea.

  • 8 de marzo de 2012

    Grecia cayó en impago tras conseguir que una gran mayoría de sus acreedores privados aceptara un descuento de su deuda. Con una participación en la operación de canje de deuda en manos privadas que supera 85% de los títulos de derecho griego.

  • 9 de mayo de 2012

    El gobierno de España anuncia la nacionalización de Bankia, haciéndose con un 45%, mediante la toma del 100% del Banco Financiero y de Ahorros.

  • 19 de julio de 2012

    Alemania avala rescate financiero a la banca española.